sábado, 3 de marzo de 2012

isabel i


Isabel I de Castilla

«Isabel la Católica» redirige aquí. Para otras acepciones, véase Isabel la Católica (desambiguación).
Isabel I de Castilla
Reina de Castilla1
Reina consorte de Aragón.
IsabellaofCastile03.jpg
La reina Isabel en un cuadro atribuido a Juan de Flandes (c. 1500)

Reina de Castilla
(junto a Fernando V desde 1475)
Escudo de la Corona de Castilla.svg
13 de diciembre de 1474 - 26 de noviembrede 1504
PredecesorEnrique IV
SucesorJuana I

Reina consorte de Aragón
(junto a Isabel I)
Escudo de los reyes Católicos 2.svg
20 de enero de 1479 - 26 de noviembre de1504
PredecesorJuana Enríquez
SucesorGermana de Foix
Coronación13 de diciembre de 1474 en la Iglesia de San Miguel (Segovia)
Nacimiento22 de abril de 1451
Convento de San Agustín (Madrigal de las Altas Torres) Banner of arms crown of Castille Habsbourg style.svg Castilla
Fallecimiento26 de noviembre de 1504
(53 años)
Palacio Testamentario (Medina del Campo) Banner of arms crown of Castille Habsbourg style.svgCastilla
EntierroCapilla Real de Granada
ConsorteFernando II de Aragón
Descendenciavéase descendencia
Casa RealCasa de Trastámara
PadreJuan II de Castilla
MadreIsabel de Portugal
FirmaIsabella I of Castile Signature.svg

Escudo de Isabel I de Castilla
El haz de flechas, divisa propia de Isabel.
Isabel I de Castilla, llamada la Católica (Madrigal de las Altas Torres22 de abril de 1451 — Medina del Campo26 de noviembre de1504) fue reina de Castilla1 desde 1474 hasta 1504, también reina consorte de Sicilia desde 1469 y de Aragón desde 1479.

Contenido

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[editar]Descripción

Imagen de Isabel de Castilla en el conquistato de Granada, de 1482, por Pedro Marcuello.
De ella, los cronistas dijeron:
  • Pedro Mártir de Anglería: «su modestia personal y mansedumbre admirables»; «del rey no sorprende que sea admirable... pues leemos en las historias incontables ejemplos de hombres justos, fuertes, dotados de virtud, incluso sabios. Pero ella... ¿quién me encontrarías tú entre las antiguas, de las que empuñaron el cetro, que haya reunido juntas en las empresas de altura estas tres cosas: un grande ánimo para emprenderlas, constancia para terminarlas y juntamente el decoro de la pureza? Esta mujer es fuerte, más que el hombre más fuerte, constante como ninguna otra alma humana, maravilloso ejemplar de pureza y honestidad. Nunca produjo la naturaleza una mujer semejante a esta. ¿No es digno de admiración que lo que siempre fue extraño y ajeno a la mujer, más que lo contrario a su contrario, eso mismo se encuentre en ésta ampliamente y como si fuera connatural a ella?»
  • Hernando del Pulgar: «muy buena mujer; ejemplar, de buenas y loables costumbres... Nunca se vio en su persona cosa incompuesta... en sus obras cosa mal hecha, ni en sus palabras palabra mal dicha»; «dueña de gran continencia en sus movimientos y en la expresión de emociones... su autodominio se extendía a disimular el dolor en los partos, a no decir ni mostrar la pena que en aquella hora sienten y muestran las mujeres»; «castísima, llena de toda honestidad, enemicísima de palabras, ni muestras deshonestas».
  • Lucio Marineo Sículo: «y no fue la reina de ánimo menos fuerte para sufrir los dolores corporales... Ni en los dolores que padecía de sus enfermedades, ni en los del parto, que es cosa de grande admiración, nunca la vieron quejarse, antes con increíble y maravillosa fortaleza los sufría y disimulaba»; «aguda, discreta, de excelente ingenio»; «habla bien y cortésmente».
  • Andrés Bernáldez: «fue mujer muy esforzada, muy poderosa, prudentísima, sabia, honestísima, casta, devota, discreta, verdadera, clara, sin engaño. ¿Quién podría contar las excelencias de esta cristianísima y bienaventurada reina, muy digna de loa por siempre? Allende de ella ser castiza y de tan nobilísima y excelentísima progenie de mujeres reinas de España, como por las crónicas se manifiesta tuvo ella otras muchas excelencias de que Nuestro Señor la adornó, en que excedió y traspasó a todas las reinas así cristianas que antes de ella fueron, no digo tan solamente en España mas en todo el mundo, de aquellas por quien (por sus virtudes o por sus gracias o por su saber o poder) su memoria y fama vive... de aquellas por sola una cosa que tuvieron o hicieron vive y vivirá su memoria; pues cuanto más ha de vivir la memoria y fama de reina tan cristianísima, que tantas excelencias tuvo y tantas maravillas Nuestro Señor, reinando ella en sus reinos, por ella hizo y obró».
  • Fernández de Oviedo: «verla hablar era cosa divina; el valor de sus palabras era con tanto y tan alto peso y medida, que ni decía menos, ni más, de lo que hacía al caso de los negocios y a la calidad de la materia de que trataba».
  • Diego Enríquez del Castillo: «prudente y de mucho seso».
  • Diego de Valera: «llena de humanidad».
  • Alfonso de Palencia: «bondadosa»; «mujer de pudor y pureza en sus costumbres»; «inteligente».
  • Alonso Flores (Flórez): «de mirar gracioso y honesto».
  • Fernando el Católico, en su testamento, declaró que «era ejemplar en todos los autos de virtud y del temor de Dios».
  • Fray Francisco Jiménez de Cisneros, su confesor, alababa «su pureza de corazón»; «su gran corazón y grandeza de alma».

[editar]Biografía

Isabel de Castilla, hija de Juan II de Castilla y de su segunda mujer, Isabel de Portugal (1428-1496), nació en Madrigal de las Altas Torres(Ávila) el 22 de abril, Jueves Santo, de 1451 en el palacio que hoy ocupa el Monasterio de Nuestra Señora de Gracia. El lugar y la fecha de nacimiento han sido históricamente discutidos, toda vez que cuando nace, nadie es consciente de la importancia que esa niña iba a tener en el futuro.2 Madrigal era entonces una pequeña villa de realengo donde circunstancialmente residía su madre, Isabel de Aviz, y de ella recibe el nombre que entonces no era frecuente en España.
Dos años después, en Tordesillas, nació su hermano Alfonso. Con anterioridad, y fruto del matrimonio entre Juan II de Castilla y María de Aragón, había nacido Enrique, hermano de padre de Isabel, que ocuparía el trono en 1454 y sería conocido como Enrique IV el Impotente.
A la muerte de su padre en 1454, se retiró con su madre y su hermano Alfonso a la villa de Arévalo, donde vería los ataques de locura de su madre Isabel. Esta es una época de dificultades, incluso económicas, pues aunque su padre había dejado importantes disposiciones testamentarias en favor de su madre, de ella, el rey Enrique IV las incumple reiteradamente. En esta adversidad Isabel se fortaleció con lecturas evangélicas y libros de piedad. También le ayudó su amistad con Santa Beatriz de Silva (1424 - 1491), a la que luego ayudaría en la fundación de la Orden de las Concepcionistas Franciscanas y a la que donó los palacios de Galiana en la ciudad de Toledo. Otros personajes importantes en este momento y en general en su vida fueron en el ámbito toledano Gutierre de Cárdenas, su esposa Teresa Enríquez y Gonzalo Chacón.
En 1461, Isabel y su hermano Alfonso son trasladados a Segovia, lugar donde se emplazaba la Corte, por estar cercano el nacimiento de la hija de los reyes, doña Juana de Castilla. Pronto se la apodó Juana la Beltraneja, pues, según los rumores de la época, era hija de la reina, doña Juana de Portugal, y de Beltrán de la Cueva.
Los nobles, ansiosos de poder, enfrentaron a su hermano Alfonso, de solo 12 años, con su hermanastro el rey Enrique, deponiéndolo en la "Farsa de Ávila". En 1468, su hermano Alfonso murió, posiblemente envenenado, en Cardeñosa. En un principio, se pensó que fue víctima de la peste, pero el médico que examinó el cadáver no encontró indicios de tal enfermedad.
A pesar de las presiones de los nobles, Isabel rechazó proclamarse reina mientras Enrique IV estuviera vivo. Por el contrario, consiguió que su hermanastro le otorgase el título de Princesa de Asturias, en una discutida ceremonia que tuvo lugar en los Toros de Guisando, el 19 de septiembre de 1468, conocida como la Concordia de Guisando. Se dice que don Andrés de Cabrera, tesorero real, dijo al rey: "La virtud y la modestia de la infanta nos obligan a esperar que no tendrá más voluntad que la vuestra, ni alentará la ambición de los Grandes, pues no hubiese rehusado el título de Reina que la ofrecían contentándose con el de Princesa que, a su entender, le pertenece." Isabel se constituyó así como heredera a la corona, por delante de Juana, su sobrina y ahijada de bautismo, a quien la nobleza no consideraba legitimada para ocupar el trono, por las dudas que había sobre su paternidad. A partir de este momento, Isabel pasa a residir en Ocaña, villa perteneciente a don Juan Pacheco, marqués de Villena. El rey inicia contactos diplomáticos con otras casas reales para lograr un acuerdo matrimonial que le reporte beneficios.

[editar]Acuerdos matrimoniales

Estatua de Isabel I en los Jardines de Sabatini de Madrid (G.D. Olivieri,1753).
Armas combinadas de los Reyes Católicos. El soporte del águila de San Juan con nimbo fue usado ya en 1473 en el escudo de armas de Isabel siendo aún princesa. El lema o mote «Tanto monta...» explicaba la divisa personal de Fernando II de Aragón, que adoptó un yugo con un nudo cortado en alusión al nudo gordiano, que tanto daba (tanto montaba) desatarlo como tajarlo. La divisa propia de la reina era el haz de flechas. Tras la unión de coronas, estos dos elementos pasaron al blasón común, que tomó elementos heráldicos de los dos consortes.3 4
Ya desde los tres años, Isabel había estado comprometida con Fernando, hijo de Juan II de Aragón.
Sin embargo, Enrique IV rompió este acuerdo, seis años más tarde, para comprometerla con Carlos, príncipe de Viana. El matrimonio no llegó a consolidarse, por la férrea oposición de Juan II de Aragón. También fueron infructuosos los intentos de Enrique IV por desposarla con el rey Alfonso V de Portugal, primo en segundo grado de Isabel y 20 años mayor que ella. En 1464, logró reunirlos en elMonasterio de Guadalupe, pero ella le rechazó, debido a la diferencia de edad entre ambos.
Más tarde, cuando contaba 16 años, Isabel fue comprometida con don Pedro Girón, Maestre deCalatrava y hermano de don Juan Pacheco. Se dice que Isabel rogó al cielo para que no llegaran a celebrarse los esponsales con este varón de 43 años. Don Pedro murió de un ataque de apendicitis, mientras realizaba el trayecto para encontrarse con su prometida.
El 18 de septiembre de 1468, Isabel fue proclamada Princesa de Asturias por medio de la Concordia de los Toros de Guisando, revocando Enrique IV de este modo el anterior nombramiento de su hijaJuana. Tras la ceremonia, Isabel pasó a vivir en Ocaña, en contacto estrecho con la Corte. Enrique IV convino de nuevo el enlace entre Isabel y el rey Alfonso V de Portugal, ya que en el Tratado de los Toros de Guisando se había acordado que el matrimonio de Isabel debía celebrarse con la aprobación del monarca castellano. La propuesta entrañaba también el proyecto de casar a su hija Juana con el príncipe heredero Juan, hijo de Alfonso V de Portugal. De esta manera, Isabel sería trasladada al reino vecino y, a la muerte de su esposo, los tronos de Portugal y de Castilla pasarían a Juan II de Portugal y su esposa, Juana.
Ante la negativa de Isabel, el rey trató de que se desposara con el duque de Guyena, hermano de Luis XI de Francia; de nuevo Isabel se negó. El monarca francés pidió entonces la mano de Juana para su hermano, el duque de Guyena; Luis XI quería alejar al duque de su entorno por suponer una amenaza para él. Los esponsales se realizaron en Medina del Campo, (1470), pero el duque murió en 1472 en circunstancias por esclarecer, antes de conocer a la novia.
Mientras tanto, Juan II de Aragón, trató de negociar la boda con su hijo Fernando en secreto con Isabel. Isabel y sus consejeros consideraron que era el mejor candidato para esposo, pero había un impedimento legal, ya que eran primos (sus abuelos, Fernando de Antequera y Enrique III, eran hermanos). Necesitaban, por tanto, una bula papal que les exonerara de la consanguinidad. El Papa, sin embargo, no llegó a firmar este documento, temeroso de las posibles consecuencias negativas que ese acto podría traerle (al atraerse la enemistad de los reinos de Castilla, Portugal y Francia, todos ellos involucrados en negociaciones para desposar a la princesa Isabel con otro pretendiente).
No obstante, el Papa era proclive a esta unión conyugal, por atraerse a la princesa Isabel, una mujer de marcardo carácter religioso, debido a la amenaza que representaban los árabes a sus Estados Pontificios. Por ese motivo, ordenó a don Rodrigo Borgia dirigirse a España como legado papal para facilitar este enlace.
Los escrúpulos de Isabel para contraer matrimonio sin contar con la autorización papal impedían realizar la ceremonia. Con la connivencia de don Rodrigo Borgia, los negociadores presentaron una supuesta bula emitida en junio de 1464 por el anterior Papa, Pío II, a favor de Fernando, en el que se le permitía contraer matrimonio con cualquier princesa con la que le uniera un lazo de consanguinidad de hasta tercer grado. Isabel aceptó y se firmaron las capitulaciones matrimoniales de Cervera, el 5 de marzo de 1469. Para los esponsales y ante el temor de que Enrique IV abortara sus planes, en mayo de 1469 y con la excusa de visitar la tumba de su hermano Alfonso, que reposaba en Ávila, Isabel escapó de Ocaña, donde era custodiada estrechamente por don Juan Pacheco. Por su parte, Fernando atravesó Castilla en secreto, disfrazado de mozo de mula de unos comerciantes. Finalmente el 19 de octubrede 1469 contrajo matrimonio en el Palacio de los Vivero de Valladolid con Fernando, rey de Sicilia y Príncipe de Gerona.
El matrimonio costó a Isabel el enfrentamiento con su hermanastro, que llegó a paralizar la bula papal de dispensa por parentesco. Por último, y tras la mediación del arzobispo de Toledo, Alonso Carrillo, el 1 de diciembre de 1471, el papa Sixto IV eliminó las dudas sobre la legalidad canónica del enlace, por medio de la Bula de Simancas, que dispensaba de consanguinidad a los príncipes Isabel y Fernando.

[editar]Isabel, reina de Castilla

Estatua ecuestre de Isabel I en elPaseo de la Castellana (Madrid).
Llegó al trono tras vencer en la Guerra de Sucesión Castellana (1475-1480), enfrentándose con los partidarios de su sobrina Juana.
Isabel se proclama Reina de Castilla el 13 de diciembre de 1474 en Segovia, tomando como base el Tratado de los Toros de Guisando. Desde el Alcázar de Segovia se dirigió a la Iglesia de San Miguel, contigua a la plaza mayor. Tras jurar por Dios, por la Cruz y por los Evangelios que sería obediente a los mandamientos de la Santa Iglesia, le juraron lealtad. Luego, entró en el interior del templo, portando el pendón de Castilla y abrazada a sus pliegues.
Fue una mujer de mucho carácter y con mucha decisión propia. Con sus hijos fue severa, pero buena madre, haciéndoles entender que tenían unas obligaciones por su rango de hijos de reyes, y que debían sacrificarse mucho por ese motivo.
Creyó en los proyectos de Cristóbal Colón a pesar de las muchas críticas y reacciones políticas adversas de la Corte y los científicos; una leyenda dice que financió con sus joyas el viaje que llevaría al descubrimiento de América. Realmente fue un grupo de mercaderes, los mismos que financiaron la visita de Fernando de Aragón para casarla. Durante el reinado común con Fernando se produjeron hechos de gran trascendencia para el futuro del reino, como el establecimiento de la Santa Inquisición (1480), la creación de la Santa Hermandad, la incorporación del Reino nazarí de Granada, así como la unificación religiosa de la Corona Hispánica, basada en la conversión obligada de los judíos, so pena de expulsión (Edicto de Granada1492) y más tarde de los musulmanes. Por último, la anexión de Navarra (1512), (ya muerta la reina) significó el origen del futuro «Reino de las Españas».
Tras el descubrimiento de América en 1492 comenzó el proceso de evangelización de los indígenas nativos confiándole esta tarea a los monjes paulinos húngaros que se marcharon a las nuevas tierras en los próximos viajes de Colón.5 Isabel asesorada por estos monjes6 firmó con Portugal el Tratado de Tordesillas (1494), un tratado de objetivos modestos (se trataba de repartirse zonas de pesca y navegación con los portugueses: aún no se conocía la importancia del viaje de Colón) pero que, en años posteriores, tuvo como resultado que Castilla y Portugal se repartieran el mundo. Por deseo de los comerciantes urbanos creó la Santa Hermandad, cuerpo de policía para la represión del bandidaje, creando unas condiciones mucho más seguras para el comercio y la economía.
Rendición de Boabdil de Granada.
Para sus campañas militares contó con el servicio de Gonzalo Fernández de Córdoba (El Gran Capitán), que intervino en la conquista de Granada (1492), en las dos primeras Guerras de Italia y en la toma de Cefalonia (1500).
Estos hechos, movidos tanto por interés político como religioso, fueron muy importantes y dieron un giro a lo que había sido hasta entonces una parte de la península dividida en varios reinos (por entonces, los portugueses se consideraban también parte de España; al cabo la península completa era la Hispania romana, de modo que los Reyes Católicos nunca tomaron el título de reyes de España) y cambiaron el curso de la historia en toda Europa.
Dada la histórica implicación de la Corona de Aragón en Italia y por otra serie de razones7 (sus virtudes cristianas, la conquista de Granada, la expulsión de los judíos y la cruzada contra los musulmanes), Fernando e Isabel recibieron el título de Reyes Católicos otorgado por el Papa Alejandro VI, mediante la bula Si convenit, de 19 de diciembre de 1496. Dicho título fue heredado por los descendientes en el trono (tanto austrias como borbones), poseyéndolo actualmente el rey Juan Carlos I de España.8
Al final de sus días, las desgracias familiares se cebaron con ella, lo que valió que algunos cronistas de la época realizaran una similitud entre la virtuosa reina y la Virgen María en sus Dolores. La muerte de su único hijo varón y el aborto de la esposa de éste, la muerte de su primogénita y de su nieto Miguel (que iba a unificar los Reinos de los Reyes Católicos con el de Portugal), la locura de su hija Juana (que desafió abiertamente a su madre en Medina del Campo) y los desaires de Felipe el Hermoso, y la incertidumbre de su hija Catalina tras la muerte de su esposo inglés, la sumieron en una profunda depresión que hizo que vistiera de luto íntegro. Su espiritualidad recia deja constancia en lo que dijo al conocer la triste noticia del fallecimiento de su hijo: "El Señor me lo dio, el Señor me lo quitó, bendito sea su santo nombre."

[editar]Muerte

Recluida en Medina del Campo, cuando enfermó de un cáncer de útero que la llevó a la tumba, mandó que las misas por su salud se tornaran por su alma, bien segura de su próximo fin. Consciente, pidió la extremaunción y el Santísimo Sacramento.
Falleció poco antes del mediodía del 26 de noviembre de 1504, en el Palacio Real de Medina del Campo, (Valladolid).
Primeramente fue inhumada en el monasterio de San Francisco de la Alhambra, el 18 de diciembre de 1504, en una sencilla sepultura, según su deseo. Poco después, sus restos mortales, junto con los de su esposo Fernando el Católico, fueron trasladados a la Capilla Real de Granada. Su hija Juana I y el marido de ésta Felipe el Hermoso, también reposan allí. También se enterró en este lugar a su nieto Miguel, hijo del rey Manuel I de Portugal, y a su hija Isabel, que falleció a los 2 años de edad.
En el museo de la Capilla Real se encuentran la corona y el cetro de la reina, quien además dotó a la Capilla de un importante grupo de cuadros (aún in situ), de BotticelliDirk Bouts y Hans Memling, entre otros, y muchas de sus pertenencias personales.

[editar]Testamento y sucesión

Testamento de Isabel I.
El testamento original de la reina se conserva en el Real Monasterio de Santa María de Guadalupe. Una copia se envió al monasterio de Santa Isabel de laAlhambra de Granada. Y otra, a la catedral de Toledo, aunque desde 1575 pasó al Archivo General de Simancas.
En él, dejó dicho que sus sucesores debían esforzarse en conquistar para el cristianismo el Norte de África siguiendo la reconquista peninsular, pero el descubrimiento de América hizo que los esfuerzos de los reinos castellanos se alejasen de ese objetivo.
Su empeño como defensora de la igualdad de sus súbditos americanos con los del Viejo Mundo le han ganado el título de Precursora de los Derechos Humanos por importantes historiadores (ello a pesar de haber decretado en Castilla la conversión obligada de los judíos, so pena de expulsión, Decreto de Granada, y más tarde, empujada por su marido y por el papado, a romper las Capitulaciones de Granada, pactadas con Boabdil, y obligar a la conversión a los musulmanes).
A su muerte le sucedió la hija de ambos, Juana, pero por poco tiempo, ya que fue declarada incapaz de reinar por "locura" y pasando el reino, primero al marido de ésta (Felipe I el Hermoso) y muy pronto al hijo de este matrimonio, y nieto de los Reyes Católicos, Carlos I.

[editar]Proceso de beatificación y canonización

Su supuesta vida de santidad y la beatitud de sus escritos han hecho plantearse en numerosas ocasiones su posible canonización por la Iglesia Católica, de la que era fiel y amante hija. Iniciado en 1958 el proceso por la Archidiócesis de Valladolid, el mismo sigue su curso en la actualidad.

[editar]Descendencia

El matrimonio tuvo 5 hijos:

[editar]Filmografía

[editar]Cine

AñoPelículaDirectorActriz
1945La carabela de la ilusiónBenito PerojoPilar Muñoz
1948Locura de amorJuan de Orduñas/d
1951Alba de AméricaJuan de OrduñaAmparo Rivelles
1949Christophe ColombDavid MacDonaldFlorence Eldridge
1976La espada negraFrancisco Rovira BeletaMaribel Martín
19921492: la conquista del paraísoRidley ScottSigourney Weaver
2000Isabel of Castille: The Royal DiariesWilliam FreudLisa Jakub
2001Juana la LocaVicente ArandaSusi Sánchez
2006La reina Isabel en personaRafael GordonIsabel Ordaz

[editar]Series TV

AñoSerieCanal
1990Réquiem por GranadaTVE
2004Memoria de EspañaTVE
2011Muhtesem yüzyılShowTV Turquía
2012IsabelLa 1

[editar]Distinciones honorífias

[editar]Ancestros

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
16. Enrique II de Castilla
 
 
 
 
 
 
 
8. Juan I de Castilla
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
17. Juana Manuel de Castilla
 
 
 
 
 
 
 
4. Enrique III de Castilla
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
18. Pedro IV de Aragón
 
 
 
 
 
 
 
9. Leonor de Aragón
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
19. Leonor de Sicilia
 
 
 
 
 
 
 
2. Juan II de Castilla
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
20. Eduardo III de Inglaterra
 
 
 
 
 
 
 
10. Juan de Gante
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
21. Felipa de Henao
 
 
 
 
 
 
 
5. Catalina de Lancáster
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
22. Pedro I de Castilla
 
 
 
 
 
 
 
11. Constanza de Castilla
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
23. María de Padilla
 
 
 
 
 
 
 
1. Isabel I de Castilla
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
24. Pedro I de Portugal
 
 
 
 
 
 
 
12. Juan I de Portugal
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
25. Teresa Gille Lourenço
 
 
 
 
 
 
 
6. Juan de Portugal
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
26. Juan de Gante =10
 
 
 
 
 
 
 
13. Felipa de Lancaster
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
27. Blanca de Lancaster
 
 
 
 
 
 
 
3. Isabel de Portugal
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
28. Juan I de Portugal
 
 
 
 
 
 
 
14. Alfonso I de Braganza
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
29. Inés Pires
 
 
 
 
 
 
 
7. Isabel de Barcelos
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
30. Nuno Álvares Pereira
 
 
 
 
 
 
 
15. Beatriz Pereira de Alvim
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
31. Leonor de Alvim
 
 
 
 
 
 

Predecesor:
Alfonso de Castilla
Princesa de Asturias
(de 1470 a 1474 en paralelo con Juana de Castilla)

1468 - 1470/1474
Sucesor:
Isabel de Aragón
Predecesor:
Enrique IV
Reina de Castilla
(Junto a su esposo Fernando V)

1474 - 1504
Sucesor:
Juana I
Predecesor:
Juana Enríquez
Reina Consorte de Aragón
1479 - 1504
Sucesor:
Germana de Foix

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